La kombucha, una bebida fermentada a base de té, se ha convertido en un fenómeno en los refrigeradores de los supermercados y tiendas locales. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que, aunque se le atribuyen múltiples beneficios para la salud, no todos pueden consumirla ni es tan milagrosa como parece.
¿Qué es la kombucha?
La kombucha se elabora a partir de té endulzado que es fermentado por una colonia simbiótica de bacterias y levaduras, conocida como Scooby. Este proceso es similar al del kéfir, donde las bacterias y hongos se reproducen durante la elaboración. La fermentación le otorga un leve sabor ácido y algo de gas, además de ciertos compuestos que se consideran beneficiosos para la salud.
Según se cree, esta bebida probiótica puede mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunológico, regular la presión arterial, combatir la artritis y prevenir problemas como la pérdida de memoria. No obstante, la OCU advierte que no hay suficiente evidencia científica que respalde todas estas afirmaciones.
Precauciones al consumir kombucha
Uno de los puntos más críticos es la manera en que se produce la kombucha. Al tratarse de una bebida no pasteurizada, existe el riesgo de contaminación si no se respetan estrictas medidas de higiene durante su preparación. Por ello, no es apta para ciertos grupos de población.
La OCU señala que mujeres embarazadas, en periodo de lactancia, niños menores de cinco años, y personas con problemas intestinales o inmunológicos deben evitarla. Para el resto de los consumidores, es importante tener expectativas realistas: no esperen milagros para su salud y limiten su consumo a cantidades moderadas. Beberla en exceso podría causar molestias digestivas como diarrea, flatulencias o malestar estomacal.
¿Qué contiene la kombucha?
Además de los probióticos, es importante saber que la kombucha contiene pequeñas cantidades de cafeína debido a que se elabora con té. También incluye trazas de alcohol como resultado del proceso de fermentación, aunque su concentración es mínima. Respecto al contenido de azúcar, es clave revisar las etiquetas de los productos, ya que una parte del azúcar añadido se consume durante la fermentación, pero puede haber variaciones dependiendo de la marca y el proceso de elaboración.
¿Es la kombucha para ti?
La kombucha ha llegado para quedarse como una alternativa refrescante y diferente. Sin embargo, no es una bebida universal ni un remedio mágico. Antes de consumirla, es fundamental evaluar tu estado de salud y seguir las recomendaciones de moderación. La higiene y el control de los ingredientes también son factores clave para disfrutar de esta bebida de forma segura.